Conjunto de pinturas al óleo sobre tablas de madera y esculturas de madera policromada (hacia 1500-1510)
¿Un retablo?
Un retablo es una obra de arte sacro que forma parte del altar; más precisamente, es la estructura que se sitúa detrás de la mesa consagrada donde se celebra la misa. Del siglo XV a mediados del XVI, Bruselas es famosa por su producción de retablos de madera tallada con paneles pintados que se exportan por toda Europa.
Un encargo de prestigio
Este retablo fue ejecutado a petición de una familia aristocrática del norte de Italia, la cual lo instaló primero en Mondovi y más tarde en Saluzzo. Esta última ubicación dio lugar al nombre de « retablo de Saluzzo » con el que se le conoce hoy en día. La ciudad de Bruselas lo adquirió a finales del siglo XIX, época en que la obra se hallaba en venta en el mercado del arte.
Expuesto en dos trozos
Si bien el retablo era antiguamente de una sola pieza, en el museo está expuesto en dos partes separadas.
A un lado de la sala se encuentra la estructura de madera con escenas talladas, pintadas y doradas. Se compone de un cajón central y dos cajones laterales unidos por bisagras que permitían cerrar et tríptico. El reverso de ambos cajones estaba decorado con sendas tablas pintadas.
Para mejor disfrute de los visitantes, estas dos tablas se han desmontado y están expuestas en un marco separado al otro lado de la sala.
Dos pares de paneles excepcionales
Podemos ver que estos dos paneles van unidos a sus respectivas alas con bisagras.
Ello permitía cerrar las alas sobre los paneles centrales y mostrar su reverso. Echen un vistazo: se ha dispuesto unos espejos para su fácil contemplación.
Descubrimos una composición monumental que figura el árbol de Jesé, en el que se muestra cómo la genealogía de la Virgen María y San José se remonta hasta antes del rey David. Este es el aspecto que presentaba el retablo la mayor parte del tiempo, cuando estaba cerrado.
Una progresión iniciática
Con motivo de las ceremonias religiosas ordinarias se abrían las alas dejando al descubierto los cuatro paneles pintados, que narran la historia de José de izquierda a derecha. Se reconoce fácilmente al santo por su aureola. El artista sitúa en la vida diaria de su propia época los episodios de la vida de José desde su nacimiento hasta su sepultura.
Las pinturas son probablemente obra de Valentin Van Orley, cuyo nombre (ORLEI) ha sido discretamente inscrito en el borde del manto de la Virgen que aparece en la escena final.
Solo en contados casos, con motivo de las celebraciones más señeras de la liturgia cristiana (Pascua, Navidad, Pentecostés…) se abría el retablo por completo dejando ver todo su interior. En un estilo gótico flamígero, las tallas narran los episodios de la vida de María, con la Natividad como momento culminante. Los colores confieren dinamismo a las escenas mientras que el resplandor del oro evoca la presencia divina.
Un juego de construcción gigante
Las escenas, notablemente talladas, provienen probablemente de uno de los talleres de la familia Borreman, famosa en Bruselas por este tipo de producción artística. Tras ser pintadas y doradas, las tallas fueron perfectamente ensambladas en el cajón de madera.
En la escena de la Natividad, el Niño Jesús está ausente a consecuencia de un robo. Esta pérdida permite sin embargo descubrir el tipo de fijación empleado antiguamente para sujetar la figurita robada.
Una obra de arte total
El retablo de Saluzzo es una obra maestra del arte retablista. Es el fruto de la colaboración entre diversos artistas y artesanos: carpinteros, ebanistas, entalladores, pintores, estofadores y doradores. Todos ellos sometidos al control ejercido por sus respectivos gremios. Algunos son incluso objeto de inspecciones municipales.
Los sellos con la mención ‘Bruesel’ que se aprecian en la parte inferior del retablo certifican la calidad del policromado y el dorado.
Etapa siguiente
Sube a la primera planta, y no olvides admirar la gran escalera y las vidrieras neogóticas. Una vez en el rellano, te sugerimos que veas el cortometraje sobre el desarrollo urbanístico de Bruselas.
Después, entra a la gran sala para observar la maqueta de Bruselas en el siglo XIII. A continuación, dirígete hacia el más antiguo de los mapas expuestos en esta estancia.