Escultura de arenisca caliza (principios del siglo XIII)

Este personaje de grotesca mueca probablemente fuera policromado y sirviera de base a una gárgola sin duda igual de monstruosa. Formaba parte de un conjunto escultórico que adornaba la parte trasera del coro de la iglesia de Notre-Dame de la Chapelle.

Tradición del arte románico

Se cree que esta escultura es una de las más antiguas realizadas en Bruselas.  Aunque fue tallada en una época de transición hacia el estilo gótico se sitúa aún en la tradición típica del arte románico de representar figuras monstruosas en los edificios religiosos.

Espantosas criaturas

Todas las culturas, desde la prehistoria, han imaginado seres temibles con deformidades de todo tipo para servir de contrapunto de la humanidad. Nuestros antepasados del Medioevo estaban convencidos de que los confines del mundo estaban poblados de seres híbridos mientras que los infiernos estaban repletos de seres demoníacos.

Infundir miedo

Los monstruos de la iglesia bruselense de Notre-Dame de la Chapelle  debían de impresionar a los feligreses. Aquellas figuras inspiradas en el Maligno constituían una advertencia para los fieles ya que encarnaban los vicios que éstos debían desterrar.

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